Hacia
fines del siglo XVIII y principios del XIX se establece la Aduana de
Gualeguaychú en proximidad del puerto de la ciudad. Su función era la de
controlar el ingreso y salida de mercadería. La documentación existente
(Archivo Histórico de Entre Ríos) nombra por primera vez al “Resguardo de la
Aduana” allá por 1821; se trataba de un anexo de la oficina de Renta cuyo
objetivo era cobrar impuestos por las transacciones portuarias. Recién en 1850
se da inicio a la construcción del actual edificio, que por entonces,
comprendía la “Capitanía de Puertos y comandancia del resguardo de puertos de
Gualeguaychú”. En 1853 es declarada “Aduana Nacional”, y en 1866 es elevada a
categoría de “Aduana marítima” por la importancia de sus operaciones. El Siglo
XX ve una realidad bien diferente para el puerto de Gualeguaychú: los buques y
navíos que antes arribaban a la ciudad fueron disminuyendo, y con ellos la
importancia de la Aduana como institución. Sin embargo, la apertura del Puente
Internacional “José de San Martín”, que une las ciudades de Gualeguaychú
(Argentina) y Fray Bentos (Uruguay), y que es de importancia estratégica para
las relaciones del MERCOSUR, le imprime a la Aduana un nuevo rol: de ser una aduana
marítimo-fluvial, pasa a ser una aduana terrestre. Actualmente la jurisdicción
de la Aduana de Gualeguaychú abarca: Gualeguaychú, Gualeguay, partes del departamento de Concepción del
Uruguay e Islas del Ibicuy. Dentro de la misma, hay dos terminales portuarias
fluviales, la de Ibicuy y la de Guazú.
Fuente: Sin datos.
Producción: Anónima.
Fuente: Sin datos.
Producción: Anónima.
Corrección y publicación: Moussou, Carlos y Franco, Santiago
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